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VIDEOS: Persecución de la Guardia Nacional termina con dos personas muertas en centro de Nuevo Laredo; Una mujer inocente


Nuevo Laredo, Tamaulipas.─ Un hombre y una mujer murieron al registrarse la persecución de una camioneta por elementos de la Guardia Nacional (GN) en el Centro de Nuevo Laredo.

El hombre quedó sin vida dentro de una camioneta Ford F150, luego de que sufriera los disparos por parte de los militares, mientras que la mujer quedó en la banqueta.

Los hechos ocurrieron hoy por la tarde sobre la Avenida Melchor Ocampo, entre las calles Bravo y Victoria, frente a la Iglesia del Santo Niño.

Versiones de testigos señalaron que personal de la GN perseguía a balazos al conductor de una camioneta Ford F150 de modelo antiguo por la Avenida Melchor Ocampo.

A la altura de la calle Victoria, al hombre le dispararon por la espalda, dando blanco uno de los impactos en su nuca que le ocasionó la muerte instantánea.

Ya sin vida, el vehículo sin control se llevó de encuentro un puesto de aguas frescas y elotes ubicado en la esquina de la iglesia, y se impactó contra varias unidades estacionadas.

Por la banqueta caminaba la mujer no identificada que presuntamente fue prensada entre los vehículos colisionados, quedando su cuerpo sin vida, tirado en la orilla.

Al lugar llegaron una gran cantidad de hombres y mujeres protestando, al considerar que se trató de artero asesinato por parte de los elementos de la GN.

En total fueron seis los vehículos dañados, un Chrysler PT Cruiser, un Chrysler 200, una camioneta Mazda Tribute, un Chevrolet Aveo, la camioneta de la víctima, y un Ford Fiesta, cuyos propietarios no fueron localizados.

Al conductor de la camioneta Ford F-150 lo identificaron sus familiares como Jorge Alberto, quien se dijo era dueño de una agencia aduanal ubicada sobre la calle Victoria cuadra 2100.

Al lugar de los hechos se concentraron hombres, mujeres y hasta niños que empezaron a protestar en forma directa contra los elementos de la Guardia Nacional.

Les gritaban “asesinos”, “corruptos” y demás palabras altisonantes, acusando a los militares de “sembrarle” a la víctima un radio de comunicación, así como un bolso con municiones y envoltorios de supuesta droga.