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Cártel del Noreste Abandonan una cabeza en un parque de Monterrey: La huella de la familia Treviño Morales


La ola de crímenes en el país crece de manera exponencial y las balas de crimen organizado han llegado a la ciudad de Monterrey, Nuevo León, el extenso centro industrial y de negocios rodeado de montañas.

Esta mañana el hallazgo de una cabeza humana al interior de una hielera movilizó a la policía municipal en la colonia Valle Soleado. Las autoridades informaron que la parte del cuerpo se encontraba abandonada junto a una cartulina con un mensaje de la delincuencia organizada.

“Pueblo de Valle Soleado ... cansados de que maten gente inocente... aquí tenemos uno de los principales y esto va para ti que te haces llamar Diabloy Chisquiado que no dan la cara y atentamente va para ustedes municipales de Guadalupe unidad 100,112,116 y 120 no se dejen llevar por pendejos como este. Nosotros también no jugamos. Atte. Joker”, se leía.

Se presumió que los criminales habrían cometido el homicidio del hombre unas horas antes de abandonar la cabeza, ya que que aún había gotas de sangre en la hielera.


La huella de la familia Treviño Morales —fundadora del Cártel del Noreste— en norte del país es la del secuestro, robo de combustibles, extorsión y asesinato de migrantes centroamericanos.

Las autoridades mexicanas han señalado que la historia de los Treviño en el crimen se inició cuando la pareja Rodolfo Treviño y María Arcelia Morales procreó una extensa familia de 13 hijos, de los cuales al menos seis han estado involucrados en el narcotráfico: Juan Francisco, alias “Kiko Ozuna”, Arcelia Chelo, Irma, Alicia, Rodolfo, María Guadalupe, José, Ana Isabel, Jesús, Miguel Ángel, alias “El Z-40”, Óscar Omar o “El Z-42”Alejandro, Cristina y Adolfo.

Hace 26 años, el primogénito de los Treviño, Juan Francisco, alias “Kiko Ozuna”, fue acusado formalmente por el gobierno de Estados Unidos por poseer más de 1,000 kilogramos de marihuana con intención de distribuirla.

Su corta carrera criminal la comenzó siendo un adolescente y se desarrolló en parte en la frontera entre México y Estados Unidos; sin embargo, finalizó abruptamente en 1995 cuando la Agencia Antidrogas (DEA por sus siglas en inglés) lo incriminó de narcotráfico, debido a las declaraciones de los testigos protegidos.

Fue así, que el 1 de diciembre de 1995 “Kiko Ozuna” fue condenado a 22 años de prisión. Su hermano menor, Miguel Ángel Treviño conocido como “El Z 40” “La Mona” o “El Muerto”, se convirtió entonces en narco, después de que Juan Francisco fuera capturado.

Los primeros rastros de la carrera criminal del “Z 40” datan del año 2000, cuando era el encargado de la venta de droga al menudeo en la colonia Hidalgo, en Nuevo Laredo, Tamaulipas.

Primero trabajaba con Arturo Sauceda Gamboa, “El Karis”; Omar Lorméndez, “El Comandante Pita” e Iván Vázquez Caballero, “El Talibán”. Más tarde sería reclutado por Osiel Cárdenas, jefe del Cártel del Golfo, primero lavando coches, luego como mensajero del mafioso gracias a su dominio del inglés, y después como uno de los principales sicarios de su hermano, Ezequiel Cardenas, abatido en en 2010.

Cuando, a finales de los noventa, Osiel Cardenas funda Los Zetas como brazo armado del Cártel del Golfo, con un grupo de desertores de las fuerzas especiales del Ejército Mexicano, Treviño se convertiría en la mano derecha de su líder , el cabo Heriberto Lazcano Lazcano, “El Lazca”.