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El hijo del “Carrete” fue trasladado a una prisión de máxima seguridad: había riesgo de fuga


La Comisión Estatal de Seguridad del gobierno de Morelos anunció este martes el traslado a un penal de máxima seguridad de Edwin Santiago, el Carretito, hijo de Santiago Mazari Hernández, alias el Carrete, fundador del grupo criminal Los Rojos, por riesgo de fuga.

El Carretito, de 18 años, intentó escapar del Centro de Medidas Privativas y Restrictivas de la Libertad con ayuda de un custodio y el apoyo de hombres bajo el mando de su padre.

De acuerdo con los reportes, el custodio identificado como Luis Denis “N” intentó facilitar la fuga del reo mientras peleaba con uno de sus compañeros, sin embargo éste logró someterlo y los demás guardias atraparon al Carretito.

El joven criminal está acusado de secuestro agravado y homicidio calificado en grado de tentativa. Es hermano de es de Alexis Oswaldo “N”, quien fue detenido en agosto de 2018 por posesión de armas de uso exclusivo del Ejército, sin embargo, fue liberado 48 horas después, porque el juez no encontró sustento para imponer la prisión preventiva. Al siguiente año intentó fugarse. Hoy se encuentra preso en un penal federal de Guanajuato.

El informe Evaluación Nacional de Amenazas de Drogas 2020, de la DEA, señaló al grupo criminal de Los Rojos como una organización criminal responsable del tráfico de opioides a Estados Unidos.


Los Rojos son una escisión del cártel de los Beltrán Leyva. Genera violencia en las regiones mexicanas donde están activos.

Están involucrados en tráfico de heroína. Su liderazgo cambia con mayor frecuencia, a comparación de otros cárteles, debido a los arrestos de sus miembros.

Bajo el ala del Carrete, el surgimiento de Los Rojos, que desde sus inicios se caracterizaron por utilizar métodos más agresivos, ayudó a convertir a Guerrero en una de las entidades más violentas del país. De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de enero a junio de 2019 se cometieron 1,018 homicidios, de los cuales 791 fueron tipificados como homicidios dolosos.

Los primeros golpes a la estructura ocurrieron a principios de 2014, cuando el entonces comisionado de seguridad, Alberto Capella, le arrebató al Carrete el control de las policías municipales.

En mayo de ese mismo año fueron detenidos dos de sus hermanos, y al año siguiente uno de sus socios más cercanos fue capturado.

La información que entregó a las autoridades fue crucial para la posterior captura del Carrete. Poco a poco su grupo comenzó a ser desmantelado.


Debilitado, decidió esconderse en la sierra de Guerrero. Pero en poco tiempo la Policía Federal logró dar con su ubicación, gracias a la intervención de múltiples llamadas telefónicas y a la información que proporcionaron sus rivales y enemigos (una narcomanta colgada en Morelos señaló que estaba escondido en Corral de Piedra y Filo de Caballos).

El inicio de Los Rojos está marcado por tras el abatimiento de Arturo Beltrán Leyva, uno de los grandes capos de la época.

Santiago Mazari Hernández, alias el Carrete formaba parte del grupo de guardaespaldas de Beltrán Leyva. Sin embargo, la tarde en que su jefe fue asesinado en un departamento de Cuernavaca, Morelos, éste se encontraba lejos, pues pocos días antes había sido aprehendido en la capital mexicana.

Irónicamente, aquella detención le salvó la vida y supuso su rápido ascenso en el poder.