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VIDEO: SEDENA detiene a “halcón” del Cártel de Sinaloa a punta de balazos


Usuarios de redes sociales reportaron que elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) capturaron a un supuesto “halcón” del Cártel de Sinaloa en el municipio de Culiacán.

Dos videos que circulan en redes sociales muestran el momento exacto en el que un soldado, con una arma FX 05, dispara por la espalda al supuesto integrante de esta célula criminal para detenerlo.

Los hechos ocurrieron en un cruce vehicular. El joven, vestido de rojo, se pasea en su bicicleta presuntamente para molestar a los uniformados, quienes estaban vigilando la zona para evitar algún delito.


Sin embargo, logró colmar la paciencia, por lo que el oficial se posicionó a media avenida, levantó su fusil, lo recargó en su hombro, apuntó y disparó. Un sonido huevo provino del cañón, situación que detuvo el tráfico e hizo que el soldado retrocediera con sus compañeros.

Momentos después, tres agentes de seguridad se acercaron al sujeto, quien terminó tirado en la calle, para comenzar a golpearlo. Debido a que el metraje es grabado detrás del vidrio de un automóvil, sólo se logran escuchar los desgarradores gritos del supuesto “halcón”.


Finalmente, mientras uno de los soldados vigila la vialidad y otro observa al joven, un último integrante de la Sedena lo somete y le pisa la cabeza mientras revisa una pequeña mochila de donde saca algunos papeles.

Hasta el momento, la dependencia federal no se ha manifestado al respecto y se desconoce el estado de salud del presumible integrante del Cártel de Sinaloa o el lugar al que pudo ser trasladado para comenzar con las investigaciones.

Es de llamar la atención la manera con la que los soldados aprehendieron al sujeto, pero resalta aún más al conocer las condiciones en las cuales estos llamados “halcones” trabajan para los cárteles de la droga.

Recientemente se ha documentado que los cárteles usan a menores de edad, niños que oscilan entre los 10 y 13 años, para realizar esta tarea. Tienen el objetivo de lograr que las autoridades no sospechen de ellos y de la función que llevan a cabo.

Algunos de ellos obtienen una paga o la ilusión de algún día convertirse en un importante capo de la droga. Mientras que otros se han visto obligados a incursionar en esta práctica, ya sea por haber sido secuestrados o por las condiciones en las que crecieron.