Nuevo León: Estos son los lugares de Los Zetas donde crearon 7 campos de exterminio
MONTERREY.- Entre 2009 y 2013, Los Zetas se adueñaron prácticamente de la seguridad de Nuevo León. Sin resistencia de autoridades ni de grupos rivales, operaron con total impunidad. Asesinaron y desaparecieron cuerpos como quisieron y donde quisieron.
Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos de Nuevo León (Fundenl) tiene documentados al menos siete lugares donde Los Zetas se deshacían de sus enemigos. En estos campos de exterminio se han encontrado unos 867 mil 556 restos humanos.
Algunos de los lugares identificados como campos de exterminio están en los municipios de García, Salinas Victoria (rancho Las Abejas), cerro de Las Mitras o La Carbonera, en Sabinas Hidalgo. También en los municipios de Vallecillo y Juárez, así como algunos puntos metropolitanos. Uno de estos campos de exterminio está ubicado en las faldas del Cerro del Fraile.
La organización Fundenl confirmó que peritos forenses de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) trabajaron en ese predio, ubicado en el municipio de García, donde fueron localizados miles de fragmentos de huesos humanos. Según la dependencia federal, más de 50 personas fueron incineradas en ese "campo de exterminio", entre ellas dos policías que se convirtieron en "héroes" tras repeler el ataque contra el general retirado Hermelindo Lara Cruz, titular de la Secretaría de Seguridad Pública del municipio de Escobedo, en 2010.
En esa época, Los Zetas comenzaron a imponer su cruento reinado eliminando a rivales del Cártel de Sinaloa, a policías al servicio de "contras", narcomenudistas y a todo aquel que se resistiera a su dominio. Ya habían acumulado la fuerza y el control de territorios para romper con el Cártel del Golfo (CDG), su creador.
Años después, la PGJ ubicó al menos cinco extensos y apartados terrenos que fueron utilizados como "campos de exterminio", donde Los Zetas incineraron a sus víctimas. Uno de los terrenos es el rancho Las Abejas, que se ubica en el municipio de Salinas Victoria, a unos 30 kilómetros al norponiente de la zona metropolitana, donde los peritos forenses recogieron más de 31 mil huesos calcinados y algunas piezas de molares, convirtiéndose quizá en el campo de exterminio más grande de Nuevo León.
SEGUNDA INSPECCIÓN
La Fiscalía estatal hará una segunda inspección en un predio particular en el municipio de Marín, que ya había sido revisado el año pasado y en donde se sospecha habría fosas con restos humanos. De acuerdo con familiares de personas desaparecidas, ese sitio -una finca- podría ser considerado un campo de exterminio. Seguramente fue un sitio de exterminio, las personas eran asesinadas y quemadas ahí, no sabemos cuántas personas puedan estar ahí, explica Leticia Hidalgo, fundadora de Fundenl.
Por ello, solicitó la reactivación de la búsqueda en ese lugar pues, asegura, se han encontrado más restos humanos. La petición se hizo luego de que la semana pasada se localizaron partes de un cráneo, manos y vértebras en una finca abandonada que ya había sido revisada el año pasado por la Fiscalía. Ahora piden una segunda inspección y poder participar como observadores y también que asista el equipo de arqueólogos de la organización civil.
El año pasado las autoridades encontraron los restos de tres personas, pero ninguno coincidió con el ADN de los integrantes de Fundenl. Entonces, suspendieron la búsqueda sin revelar la identidad o detalles de las víctimas, pero las familias del Colectivo Fundenl se quedaron con dudas, pues afirman, no saben cuántos fragmentos encontraron o que hicieron con ellos.
Leticia Hidalgo lamentó que sean las propias familias quienes realicen los esfuerzos de búsqueda de los desaparecidos.
LAS JUSTIFICACIONES
Por su parte, la Fiscalía estatal informó que elementos del Grupo Especializado de Búsqueda Inmediata llegaron al lugar, pero no entraron porque es una propiedad privada, por lo que solicitaron una orden de cateo.
