Daño Colateral: Familia entera fue asesinada luego de que un sicario se refugiara en su casa
Tres miembros de una familia fueron asesinados en Zamora, Michoacán, por hombres armados quienes iban por un sujeto apodado el Diablo.
Según las declaraciones de los allegados, Luis Antonio, de 4 años, Ana María, de 12 y Martha de 44, estaban al interior de un domicilio en la colonia Miguel Regalado. Los tres veían la televisión con la puerta abierta, cuando el Diablo rompió con su paz e irrumpió en el inmueble. Los testigos advirtieron que trataba de esconderse de un grupo de criminales que lo perseguían.
Los pistoleros quienes llegaron atrás del Diablo dispararon sus armas indiscriminadamente contra los habitantes. La familia no daba crédito a lo sucedido. “Eran unos niños, no es justo”, señaló una familiar.
El municipio de Zamora, al poniente de Michoacán, es la región más violenta del estado, y entre los diez más sangrientos del país. Aquí se cometen aproximadamente 26 homicidios dolosos al mes.
La violencia desatada por las organizaciones criminales Cárteles Unidos y Jalisco Nueva Generación (CJNG) azota el estado de Michoacán, en el oeste de México, donde decenas de familias se han tenido que desplazar.
El control de la entidad —que se ubica en el Pacífico, donde transitan importantes cargamentos de droga con destino a Estados Unidos— es una de las principales causas de la guerra que libran los cárteles.
Las autoridades estatales aseguran que éstos últimos episodios de violencia son parte de la macabra estrategia conocida como “calentar la plaza”. Según la Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán, un comando del grupo criminal Cárteles Unidos —un conglomerado de células delictivas de Michoacán como Los Viagras, los Caballeros Templarios, Los Blancos de Troya y los Botos— se desplegó en el municipio de Buenavista, donde el CJNG mantiene sus bases de operaciones.
Como respuesta, el cártel de las cuatro letras atacó las oficinas del poblado de Tarecuato, así como negocios, provocando la muerte de un poblador.