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La encarnizada batalla de Florencia entre Zetas/CDN y Cártel del Golfo


En la Sierra Madre Occidental, está uno de los búnkers del Comandante F1, también identificado por sus subalternos como “Panchito” o “Francisco Rodríguez”, quien antes de convertirse en el jefe del brazo armado del Cártel del Golfo era integrante activo de su ahora acérrimo grupo rival: Los Zetas/CDN. Ahí, se dispuso el F1 a responder a las preguntas de una entrevista.

Antes de formar parte del Cártel del Golfo, durante varios años el Comandante F1 perteneció a la organización de Los Zetas/CDN. Con ese grupo criminal “trabajó” varios años, hasta que en octubre de 2010 fue traicionado por algunos “mandos” de los Zetas radicados en Fresnillo, quienes secuestraron a varios integrantes de su familia que vivían en el municipio de Jalpa.

De acuerdo con la versión del Comandante F1, Los Zetas/CDN secuestraron a su padre, a quien entre otras cosas le agujerearon ambas rodillas con un taladro eléctrico, a su madre le infligieron quemaduras severas en el cuerpo, a una hermana la golpearon y mancillaron, a un hermano lo torturaron salvajemente y también torturaron a un niño, su sobrino.

Ese habría sido el “castigo” de Los Zetas/CDN contra el F1 porque supuestamente se negó a secuestrar a una familia entera. Aparentemente lo habían puesto a prueba: ya había pugnas y recelos al interior de esa organización criminal, pues otros mandos medios presuntamente temían que escalara al interior de la estructura jerárquica.

DESERTA

La rabia e indignación lo llevaron a dejar Los Zetas/CDN y desde entonces, ya bajo el cobijo del Cártel del Golfo, el F1 comenzó a fraguar su venganza y se convirtió en némesis de sus antiguos compañeros.


Cuando se le preguntó sobre la conocida batalla de Florencia, se cuestionó si hubo un acuerdo previo para “toparse” ese día.

“Ya venía la ruptura de la frontera. Era una guerra entre cárteles. Pero aquí nos apoyamos nosotros, hubo una unión llamada “Cárteles Unidos”. Fue una guerra que ya estaba destinada y se anunció cuando entré yo a la cabecera municipal de Jalpa, el 12 de enero de 2011, solamente con un comando armado de 27 elementos.

“Lo primero que hicimos fue ir sobre los policías municipales, que eran los halcones, los ojos y los oídos de Los Zetas. Incluso servían como sicarios.

“Yo empiezo a acabármelos (debilitarlos como organización) con puras llamadas de denuncias anónimas (informando a autoridades para detenerlos). Cuando yo los vi que cayeron, entonces me fui a Florencia y de ahí me trasladé a Guadalajara.

“En el enfrentamiento del 20 de mayo nosotros fuimos 68 sicarios, los que reclutamos entre todos. Ya éramos puros del Cártel del Golfo. Porque ya había habido una ruptura, ya no quisieron prestar gente pues la guerra continuaba en Tamaulipas”.

El Comandante F1 comenta que de Los Zetas venían en 18 camionetas de doble cabina, entre las 18 venían 16 blindadas, venían de ocho sicarios por camioneta, es decir, al menos 144 integrantes del violento grupo.

FUEGO

El enfrentamiento se dio el 20 de mayo a las 9:20 de la mañana y terminó alrededor de la 1:30 de la tarde.

“Nosotros no contábamos con camionetas así como ellos. No contábamos con armas de alto calibre como para soportar las horas que fueron de guerra. Lo que nos hizo fuerte fue el adiestramiento, la valentía de los muchachos y la decisión de dividir la línea de fuego que venía de ellos.

“Los Zetas/CDN no traían el adiestramiento que traíamos. Este nos lo dio una persona que fue adiestrador de kaibiles, instruyó fuerzas especiales en el Congo, y para la guerrilla que hubo en Guatemala”.

FRENO

“El fuego no paró hasta la 1:20 de la tarde. Yo incluso no le veía final al combate. De hecho venían corporaciones (el ejército y policías) pero se venían frenando los militares, todos se venían frenando, no querían llegar. No entraron. Llegaron hasta después, quizá por el miedo. Yo pienso que porque así es el gobierno: ‘déjalos que se maten, llegamos nada más por el que quede vivo’. Nada más llegan a recoger para no exponer a su personal”.

El Comadante F1 afirma que lo que a Los Zetas/CDN les perjudicó, al Cártel del Golfo le benefició. Asegura que sus rivales abusaron del poder y pisotearon por nueve años el estado de Zacatecas.

“Lamentablemente estamos en un México que es un México corrupto, y los que tenían más poder económico eran Los Zetas.

“Hoy hay un gobierno (Miguel Alejandro Alonso, del PRI) más neutral, que si no los agredimos, ellos no nos agreden. De que si nosotros no nos dedicamos al secuestro, ellos nos dejan trabajar con nuestro trasiego de droga, nada más. Pero ahí está la diferencia”.